Campaña de Call of Duty: Black Ops 7 revisada por Simon Cardy.
En contra de la tendencia habitual de pausas entre secuelas numeradas, Call of Duty: Black Ops 7 sigue solo 12 meses después de Black Ops 6, y tal vez asumirías que eso significó solo pequeños ajustes a lo que fue uno de los puntos altos de la serie el año pasado. Pero los equipos de Raven y Treyarch evidentemente no lo ven de esa manera y, en cambio, han creado una de las campañas de CoD menos convencionales hasta la fecha. En muchos sentidos, ni siquiera parece un modo para un jugador de CoD. Es más como un experimento multijugador encerrado en una campaña, que se juega mejor cuando estás acompañado por compañeros de escuadrón, haciéndote eco de Zombies o de la ahora desaparecida DMZ en ocasiones. Recientemente critiqué el modo para un jugador de Battlefield 6 por ir a lo seguro y no correr ningún riesgo, y para crédito de Black Ops 7, no se puede decir lo mismo aquí. El problema, sin embargo, es que no muchos de sus grandes cambios se concretan, lo que resulta en una de las campañas más intrigantes, aunque defectuosas, de Call of Duty.